Responsabilidad de las familias y estudiantes - Preguntas Frecuentes

¿Las familias tienen alguna responsabilidad y/o forman parte activa dentro del Protocolo Covid de prevención, seguridad e higiene de la academia?

Son esenciales. Realmente nosotros solo podemos responsabilizarnos del lugar, del espacio físico, y de la salud de nuestras trabajadoras. Hemos establecido unas normas de seguridad e higiene para todos “una vez los alumnos ya estén con nosotros”. Pero de todo el resto, no nos podemos responsabilizar ni garantizar nada.

Sois las familias las que estáis ahí, cada día y en cada momento, que veis y sabéis lo que sucede en cada lugar y momento.

El protocolo diseñado es lo suficientemente robusto como para ser efectivo y aplicable, incluso en caso de un cumplimiento laxo de las familias. Pero es con vuestra complicidad y proactividad que despliega todo su potencial y plenos efectos de máxima seguridad con mínima intervención.

¿Qué ocurre si alguna familia no comunica síntomas del alumno, o de familiares?

Un despiste, un acto involuntario, y menos si comporta una situación de necesidad de asistencia sanitaria, nunca puede ser penalizado.

Pero un acto doloso intencional de ocultación de una información relevante es poner a toda la comunidad educativa de la academia en un riesgo de lesiones por contagio de una enfermedad transmisible.

Toda amenaza, coacción, riesgo o percance que venga causado por un alumno debe ser rechazado.

Somos respetuosos al máximo con la intimidad de todas las familias, pero en estos tiempos extraordinarios debemos solicitar y esperamos una colaboración y transparencia extraordinaria, en todo aquello que pudiese suponer un riesgo de daños a terceras personas.

¿Qué pasa si un alumno no cumple la normativa y protocolo?

La normativa interna y el cumplimiento del protocolo de seguridad e higiene son condiciones y cláusulas contractuales. Un incumplimiento de estos es un incumplimiento de cláusulas del contrato docente libremente acordado por las partes.

Sería tratado y considerado como cualquier otro incumplimiento de una cláusula, que comportase un riesgo o perjuicio, real o potencial, tanto a la academia como al resto de alumnos y clientes.

¿Por qué si el alumno practica deporte, gimnasia, va a la piscina, a gimnasia rítmica, a clases de música, etc. tiene la obligación de ir primero a casa, ducharse y cambiar la ropa por ropa limpia que no ha utilizado previamente?

El protocolo de seguridad COVID se fundamenta en que las familias y los domicilios son espacios de seguridad adecuados. Así, venir a la academia es pasar de la seguridad a la seguridad, con una mínima exposición al riesgo en el entremedio.

Debemos confiar en que en los centros escolares seguirán lo mejor que puedan sus propios protocolos, y que estos serán adecuados a las circunstancias de los centros. Pero realmente eso ya implica introducir una incertidumbre.

Si añadimos las dinámicas y acontecimientos propios de otras actividades extraescolares, lúdicas o formativas, el nivel de incertidumbre e inseguridad aumenta hasta el extremo que ya no sería plenamente viable los mecanismos de prevención.

En especial, respecto de aquellas actividades de índole física o deportiva, al estar vigentes las restricciones en el uso de vestuarios y aseos.

Un alumno que, por la mañana a primera hora, al salir de su domicilio, estaba en una condiciones de seguridad máxima, tras todas las horas de la jornada escolar y sus contactos e intercambios, si además añade una actividad física o deportiva, sin las debidas medidas de higiene y limpieza, presenta un riesgo muy elevado de posible transmisión involuntaria.

Es por esto que en el supuesto que el alumno realice actividades extraescolares de tipo físico o deportivo, con exposición a terceras personas que no formen parte de sus grupos estables escolares, y sin la posibilidad de higiene y cambio de vestuario, deberá pasar por su domicilio antes de venir a la academia, donde deberá cambiarse de ropa y lavarse adecuadamente. Así logramos recuperar la cadena de seguridad.

Si el estudiante tiene catarro, gripe, gastroenteritis, dolor de cabeza, tos, faringitis, etc., ¿puede asistir a clase? ¿tiene que comunicarlo a la academia?

Un estudiante enfermo no debe asistir a clase. Debe estar convaleciente en su domicilio. No solo no está en condiciones de participar y aprender, sino que además del perjuicio personal, puede implicar un riesgo de transmisión de una enfermedad a terceros.

Si tenemos el pelo largo ¿debemos llevarlo recogido? ¿por qué sí o por qué no?

Es una recomendación razonable.

En nuestro quehacer diario, vamos interaccionando continuamente con nuestro entorno, incluido el aéreo, y vamos recogiendo con todo nuestro cuerpo, ropa, cabello todo tipo de muestras de partículas y sustancias. A más superficie expuesta, mayores cargas de partículas llegamos a acumular. Llevar el cabello recogido disminuye y minimiza parcialmente toda esa interacción aérea con todas esas partículas y sustancias.

También hay que contemplar los posibles contactos involuntarios ocasionales que podamos realizar si tenemos el cabello largo con todo tipo de objetos o superficies, que podrían estar contaminadas. Nuestro propio cabello se convertiría en lo que técnicamente se llama “fómite”, y existe el riesgo de transmisión y ser vía de contagio.

Radar Covid, la aplicación de móvil, ¿es útil y fiable?

Es una herramienta tecnológica potencialmente fantástica. Como toda herramienta sanitaria especializada, su uso y potencial se desplegará según la utilidad que decidan darle nuestro sistema sanitario. En Catalunya aún no está implementada por parte del Servei Català de Salut.

Por lo que explican los técnicos expertos, es muy fiable en medir lo que mide, que es la distancia entre teléfonos móviles.

El uso particular, sin la debida supervisión sanitaria, puede llevar a generar interpretaciones erróneas, falsas seguridades o alarmismos injustificados.

¿Qué es eso de que el estudiante debe ser parte activa y responsable en el protocolo de prevención, seguridad e higiene de la academia?

El protocolo no está redactado desde una visión de limitaciones, restricciones o prohibiciones, sino desde las actitudes y capacidades que debemos adquirir y aplicar para lograr una mayor seguridad tanto propia como hacia los demás.

Se trata de capacitarnos en competencias y habilidades que nos permitan desarrollar colectivamente con la máxima normalidad una actividad docente en unas circunstancias excepcionales y de riesgo.

La sensibilización y la responsabilidad individual son elementos imprescindibles para una seguridad colectiva, y creemos firmemente que solo aprendemos a ser mejores y más capaces si podemos ponerlo en práctica.

¿Por qué las familias a la llegada y a la salida del estudiante de la academia debe estar a 2 metros de distancia dejando al alumno en su zona designada?

Aunque en el momento de la espera para acceder al centro los alumnos y los progenitores deben estar con la mascarilla, este elemento de protección minimiza, pero no evita posibles vías de transmisión. Es cierto que respecto de los propios hijos existe convivencia domiciliaria. Pero respecto de los demás niños, somos extraños y ajenos a ellos, y los adultos podemos ser un riesgo de transmisión. Solo la distancia física nos asegura que no estamos exponiendo a niños ajenos a una exposición por contacto estrecho.

Además, como con el uso de cualquier elemento de protección individual, es fácil que tengamos una falsa sensación de seguridad, menor percepción del riesgo, y nos haga ser menos prudentes y cuidadosos en todos los gestos, hábitos y cuidados que debemos guardar y mantener en nuestras relaciones con los demás.

¿Por qué deben los familiares una vez el alumno ya está dentro del aula, esperar 5 minutos antes de poder irse a hacer sus cosas?

Por si aconteciese una situación en que un alumno, al acceder a clase, fuese identificado con algún tipo de síntoma compatible con COVID, y hubiese que aislar a ese alumno del resto.

Una vez iniciada la clase, solo la aparición súbita de sintomatología compatible pondría en marcha el procedimiento de intervención COVID.

En cualquiera de las dos situaciones la familia tendría que hacerse cargo del menor lo antes posible y prestarle los debidos cuidados sanitarios.

¿Por qué es importante que las familias comuniquen si han tenido contacto estrecho (más de 15 minutos) con una persona de riesgo (sospechoso de infección, a la espera de resultados de prueba PCR, con síntomas (fiebre, tos, malestar de estómago), en aislamiento preventivo?

Las normas de las autoridades sanitarias, para los casos de exposición estrecha, mientras esperan confirmación diagnóstica, recomiendan, o incluso obligan, a aislamiento. La asistencia a la academia no es un supuesto exento de esa obligación de aislamiento.

Dado que alguien ha estado en una situación de riesgo, es un principio de prevención y prudencia tomar las medidas adecuadas, en ese momento, para evitar ser una vía de propagación involuntaria del riesgo.

¿Qué pasa si las familias no comunican un contacto estrecho o positivo? ¿Y si no llevan a sus hijos a casa para ducharse y cambiarse de ropa después de haber realizado actividades físicas o extraescolares?

Son incumplimientos de las normas sanitarias generales, así como de los compromisos que se adquieren en el contrato docente con la academia. Dicho incumplimiento puede suponer un riesgo, y constituir una amenaza de lesión a terceros por contagio de enfermedad, y no es aceptable. Analizada y valorada la situación y el incumplimiento, nos reservamos el derecho de rescisión del contrato.

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