Mascarillas - Preguntas Frecuentes

¿Por qué los estudiantes tendrán la libertad de continuar con su mascarilla en el aula o no utilizarla, una vez que la profesora indique que es seguro poder retirarla si así lo desean?

El protocolo de seguridad COVID-19 contempla una serie de medidas y soluciones de tipo preventivo (evitar el riesgo), protección colectiva, y en el caso de riesgo inevitable, protección individual.

El uso de protecciones individuales puede implicar un aumento del riesgo colectivo, al alterar la percepción de peligro que cada uno puede tener de forma individual, llevando a una laxitud o relajación en el cumplimiento de las normas y medidas de prevención y protección colectiva.

El uso inadecuado de dicho elemento de protección individual no solo no asegura ni garantiza la protección propia, sino que puede significar un riesgo hacia la seguridad ajena.

El uso obligatorio de la mascarilla dentro del aula no solo no aportaría un aumento de la seguridad, individual o colectiva, sino que incluso podría significar un aumento del riesgo o disminución de la seguridad.

En el momento de acceso desde las vías públicas, o en zonas comunes, donde no es posible asegurar el cumplimiento de todas las medidas de prevención o protección colectivas, la seguridad, hacia uno mismo y hacia los demás, que puede aportar una mascarilla, incluso en un uso inadecuado, se considera altamente recomendable.

No obstante, la seguridad tiene un alto componente de percepción subjetiva, y por eso, sin ser obligatoria, es recomendable y voluntario su uso.

¿Puedo utilizar pantalla facial? ¿Cómo debo utilizar la pantalla facial correctamente para proteger y estar protegido?

Sí, puedes usar una pantalla facial en clase. Es libre y voluntario si a ti no te molesta. Eso sí, una pantalla facial nunca suple ni equivale a una mascarilla.

El uso correcto y adecuado es ambas a la vez. Las pantallas faciales protegen de dos maneras, minimizan los continuos contactos involuntarios que hacemos con nuestras manos en mucosas de ojos, nariz, ..., y evitan la proyección de microgotículas respiratorias de personas con las que tuvieses que interaccionar de manera muy cercana y frontal. Asimismo, también estarías protegiendo a los demás de tus propias proyecciones frontales de microgotículas cuanto tú hablas o bostezas.

¿Me protege la mascarilla higiénica? ¿Durante cuánto tiempo?

Las mascarillas, incluidas las higiénicas y/o domésticas, protegen a los demás de las microgotículas respiratorias que todos emitimos al respirar, hablar, bostezar, toser, carraspear,  ....
Por supuesto que según el calibre de su trama, son un filtro de entrada de objetos muy pequeñitos que se encuentran en el aire, del tipo motas de polvo, polen, esporas, incluso bacterias y algunos virus.

A más capas y filtros tengan, más proteges y estás protegido en lo que a respiración y flujo aéreo se refiere, aunque implique una mayor dificultad respiratoria y de ventilación y renovación de gases pulmonares.
Su tiempo de uso útil puede variar, las comerciales tienen unos plazos recomendados en los etiquetajes.

Podríamos generalizar que, tras unas cuantas horas de utilización, a lo sumo una jornada diaria, deberían ser limpiadas o desechadas. A lo largo de su uso van recogiendo todo tipo de objetos microscópicos, procedentes del ambiente o de nuestro interior, y pierden su eficacia filtradora y protectora, aumentando la dificultad respiratoria y de ventilación aérea.

¿Por qué en las zonas comunes dentro de la academia, como pasillos y aseos es obligatorio el uso de la mascarilla si dentro del aula no lo será?

Tanto en la zona exterior de espera, como una vez accedido al centro en zonas comunes y aseo, pueden coincidir otras personas ajenas al grupo educativo, en ese momento o en otro momento. Las zonas comunes o el aseo podrían ser usadas por personal de administración, trabajadores de servicios, o cualquier otra persona legitimada.

Dentro del aula solo existirá convivencia con tu solo grupo educativo y las profesoras. En aquellos momentos, lugares o circunstancias en que pudiera existir una posibilidad de contacto o coincidencia con personas ajenas al grupo burbuja, hay que extremar las medidas de distanciamiento. En estas circunstancias, de breve duración, el uso de la mascarilla se considera que es un elemento óptimo de distanciamiento y protección.

Me siento inseguro sin mascarilla en el aula, con un máximo de 10 compañeros, durante una hora de clase cada 48 horas o más (pues voy a clase en días alternos), ¿por qué en la academia no es obligatorio el uso de la mascarilla como en el colegio y/o instituto, si es la mascarilla que he llevado puesta todo el día y me he sentido protegido con ella todo el día?

La seguridad implica una serie de procedimientos, mecanismos, actitudes y certezas. La seguridad se organiza a partir de la prevención (evitar el riesgo), si no es posible se sigue con la protección colectiva (protegernos a todos del riesgo), y finalmente llegamos a la protección individual (al menos yo estoy protegido ante ese riesgo inevitable, aunque quizás los demás no).

Las mascarillas son un elemento de protección individual. Es cierto que también, usadas de modo adecuado, pueden ser incluso un elemento de protección colectiva.

Para que desplieguen todo su potencial de protección, las mascarillas deben ser usadas de forma correcta, debiendo tener la adecuada capacidad de filtración, y estar en unas condiciones de asepsia y limpieza. Tras unas horas de uso, ninguna mascarilla puede garantizar que esté aportando la debida seguridad, ni a la persona que la usa, ni a las demás personas.

Permanecer con una mascarilla usada durante bastantes horas, que puede llevar acumulados tanto en su cara interna como en la externa multitud de sustancias y microbios de diverso tipo, puede implicar un riesgo tanto al portador como a terceros que compartan espacio.

Además, esa sensación de seguridad que aporta, puede ser un factor de relajación en el cumplimiento del resto de medidas de seguridad y disminuir la percepción de riesgo y peligro.

¿Puedo llevar mascarilla con chimenea, esa que lleva como un botón que me permite respirar mejor?

Al llegar a la academia, y en las zonas comunes, no.

Quizás te permiten respirar con mayor comodidad, pero esa chimenea de salida es una vía de expulsión descontrolada de cualquier posible agente infeccioso que tú pudieses espirar. No está protegiendo a las otras personas.

Una vez en el aula, al ser el uso de la mascarilla recomendable pero no obligatorio, es de aplicación la misma consideración que el uso de una pantalla facial. Puedes ponerte una mascarilla de protección laboral si así te sientes mejor.

Decís que estáis comprometidos con la salud, pero no obligáis a llevar mascarilla en el aula, no lo entiendo, me parece contradictorio cuando en las guarderías, colegios e institutos es obligatorio utilizarlas. ¿A qué os referís con estar comprometidos con la salud?

Una de nuestras directrices inspiradoras es el primer principio del preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud:

La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.

Las normas dictadas para los centros de educación infantil, primaria y secundaria, por parte de las autoridades sanitarias y educativas, quizás tienen legítimos intereses, y posibles razones técnicas, dadas sus circunstancias concretas, pero no parecen muy comprometidas con el completo bienestar físico, mental y social de los menores.

Las autoridades sanitarias y los gobiernos recomiendan y obligan a utilizar las mascarillas, por tanto, es algo positivo ¿Por qué en la academia insistís en que será voluntario? ¿Acaso supone algún tipo de riesgo para el futuro el uso continuado de la mascarilla?

Los gobiernos continuamente recomiendan u ordenan diversas medidas. Es su legitimidad, pero eso no implica que necesariamente todos debamos compartir un determinado posicionamiento político, ni que, por el hecho de partir de un gobierno o una administración pública, toda medida sea benéfica y bondadosa por sí misma.

Existe un debate técnico muy intenso acerca de la conveniencia y bondad del uso de un elemento de protección individual como mecanismo de prevención o protección colectiva. Más en este caso de propagación de una nueva viremia, cuyo mecanismo habitual de transmisión y contagio primario es prácticamente desconocido.

El consenso técnico establecido considera que, respecto de los elementos de protección individual, deben ser de uso restringido, solo para aquellas situaciones en que el riesgo no pueda ser ni eliminado por prevención, ni evitado por protección colectiva, y en todo caso, nunca el uso de un elemento de protección individual se puede permitir si implica una disminución de la protección colectiva, o de la prevención.

Fuentes autorizadas postulan que incluso en el supuesto de una inefectividad en la protección (por ejemplo, son ineficaces para proteger de aerosoles), su uso es totalmente inocuo y la disciplina en su uso puede facilitar la seriedad y rigurosidad en el cumplimiento del resto de normas higiénico-preventivas.

Otras fuentes consideran que el uso de elementos de protección individual puede implicar una disminución de la percepción de peligro, y una relajación en el cumplimiento de las normas de protección colectiva y de prevención.

Asimismo, es sobradamente conocido que las propias normas sanitarias que establecen su obligación también establecen una amplia casuística de excepcionalidades en el uso de la mascarilla, por todo tipo de dificultades o posibles perjuicios respiratorio-sanitarios.

Es por todo esto que las normas de uso de la mascarilla en la academia se fundamentan en lo siguiente:

Todo alumno debe asistir provisto de su propia mascarilla (higiénica o sanitaria).

Su uso es obligatorio en aquellos supuestos, situaciones y zonas donde el nivel de protección aportado sea claramente superior a cualquier otra medida posible, o no sea factible tomar medidas de prevención o protección colectiva adecuadas.

Cuando sea posible el despliegue pleno de las medidas de prevención y protección colectiva, el uso de la mascarilla (u otros elementos de protección individual) es voluntario, y en ningún caso implican o eximen del cumplimiento de las normas de prevención generales.

Dentro de los riesgos considerados en su uso continuado, apreciamos la evidencia de ser un elemento que dificulta mantener una adecuada higiene respiratoria, al dificultar la ventilación y renovación de gases pulmonares. Especialmente tras el uso continuado durante horas de la misma mascarilla.

A su vez es un factor físico coadyuvante en un posible riesgo de hipercapnia (aumento de la concentración sanguínea de CO2). Dicha situación patológica puede dificultar o interferir gravemente con mantener un adecuado nivel de atención mental, necesario para la actividad docente. Puede implicar una situación de riesgo o perjuicio a ciertos alumnos con patologías previas (alumnos con riesgo de asma, por ejemplo), y ciertos síntomas y manifestaciones de la hipercapnia pueden confundirse o enmascararse con algunos de los síntomas diagnósticos compatibles con COVID-19 (mareos, dificultades respiratorias, cansancio y fatiga generalizada e indefinida, ....).

Como cualquier otro factor de agravio físico continuado, el hipotético daño que puede causar está en relación tanto a la intensidad como a la duración de la causa.

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